¡A CORTAR ROPA! LOS SASTRES DEL SIGLO XVIII
¡ A CORTAR ROPA!
LOS SASTRES DEL SIGLO XVIII
Todos sabemos que "el traje no hace al monje", pero ayuda a reconocerlo o a identificarlo como tal, y eso es lo que desde las primeras civilizaciones ha hecho el uso de la ropa, el cubrimiento del cuerpo con distintos aderezos y piezas textiles, ayudar a identificar a las personas en su rango, oficio y posición social, aunque con el transcurso de los tiempos y la llegada de la moda "
prêt a porter" y "
casual ware", todo se ha estandarizado y globalizado, las mismas firmas comerciales están tanto en Hong Kong como en Madrid, New York, Amsterdam o Friburgo. Ahora bien, el acceso a determinado tipo de traje y complementos de lujo es ya otro cantar, sigue estando en manos de muy pocas personas.
El traje, como vemos, era un elemento que marcaba visualmente la diferenciación social de una persona. Antonio de Torquemada, escritor renacentista del siglo XVI comentaba: "
No parece que todos anden vestidos de un paño ni de una hechura, sino cada uno en su traje se diferencie según la cualidad de su persona, estado y oficio" 1
La Pragmática de Felipe V de 1729, regulaba el uso del traje y adornos en las telas. En esta disposición se prohibía el uso de telas de oro o plata y seda, brocados, guarniciones de oro, etc., en los vestidos de hombres y mujeres en general. En los uniformes de la Milicia estaba permitido el uso de estos géneros, a igual que la indumentaria de Culto Divino. Para comediantes, músicos y cantantes, hombres y mujeres, sólo estaban permitidos vestidos lisos de seda, negros o de colores "
de los fabricados en los Reinos". En cuanto a la población que formaba el tercer estamento, los distintos oficios manuales: zapateros, sastres, carpinteros, calceteros, herreros, labradores, etc., solo podían vestir vestidos de paño o lana sin mezcla de tela alguna.
La confección de las distintas prendas que componían el traje y la ropa en general era llevada a cabo por varios oficios: sastres, juboneros (o jubeteros), y calceteros fundamentalmente. La actividad y proceso de estos oficios estaban regulados en las ordenanzas de buen gobierno de cada ciudad, ordenanzas que, a su vez, tenían que tener confirmación real.
Una Carta real de 1512, prohíbe en Granada que los sastres corten ropa a la morisca, y la hagan "...
de la forma que las traen los cristianos viejos"; en 1513, otra Carta real prohíbe que las mujeres vistan a la morisca y que usen la almalafa (vestidura moruna que cubría el cuerpo desde los hombros hasta los pies), con lo que poco a poco se introduce la ropa a la castellana en todo el Reino de Granada. En las Ordenanzas de Granada, impresas en 1552, aparecen las relacionadas con la ropa:
Título y ordenança de los sastres, calceteros y jubeteros, de 1542. En ellas se regula el acceso al oficio mediante examen ante dos alcaldes y dos veedores, maestros hábiles de los mencionados oficios nombrados por el Ayuntamiento. Si el oficial aprobaba y obtenía la
Carta de examen, podía poner una tienda, bajo fianza, en la que tenía que exhibir una tabla donde, con letra grande, acreditara su licencia. Los alcaldes y veedores del gremio (especie de inspectores) podían visitar las tiendas cuando quisieren para ver si "
las ropas que hacen van bien hechas", en caso contrario estaban obligados a denunciar ante el Ayuntamiento para que se le aplique castigo por pena de ordenanza. También tenían penado usar lienzo viejo en la confección de jubones, vender un género de tela por otro, etc.
Si desde mediados del siglo XVI España marcó la pauta de la moda en Europa, en el siglo XVIII la Corte de Versailles pone de moda el traje francés. Destaca la importancia de la peluca, en sus diferentes formas, en la moda masculina, formando parte esencial del traje en los caballeros de la clase alta. El traje femenino es más suelto y vaporoso, volviendo de nuevo al uso del
miriñaque, refajo o estructura con ballenas o varillas debajo de la falda (en España llamado "tontillo" o guardainfante), que ensanchaba extraordinariamente las faldas.
El
traje masculino estaba compuesto, normalmente, por
2:
- casaca, ajustada a la cintura, con faldones de longitud variable. Puños de gran tamaño, doblados y abotonados por encima o debajo del codo. De ellos salían los volantes de encaje de la camisa.
- calzones, un poco sueltos, se ajustaban desde las caderas y cerraban por encima de las rodillas, con 3 o 4 botones, o con una hebilla decorada.
- medias blancas, debajo de los calzones.
- sombrero de tres picos de uso común a lo largo del siglo, aunque la gente normal y de campo llevaban sombreros sin picos.
El
traje femenino:
- vestido cerrado: formado por el cuerpo y la falda, sin ninguna abertura por delante.
- vestido abierto por delante, o
"robe a la française", en España se le llamó "
bata", con falda y sobrefalda, y cuerpo, con abertura por delante que se rellenaba con un peto triangular que cubría el pecho y estómago, llamado
pieza de estómago, endurecido con cartón o ballenas.
- mangas, acaban encima o justo en el codo, permitiendo asomar las mangas de la camisa con volantes de encaje.
Los dos documentos que hoy se exhiben en esta vitrina son del siglo XVIII.
Documento 1
1773. Autos de visita hecha por los veedores y alcaldes del gremio de sastres de esta ciudad, para que los oficiales de dicho gremio sin estar examinados de maestros no corten ropas ni las hagan por si solos, ni tengan tableros, oficiales, moldes ni medidas, y que los maestros corten las ropas arregladas a la ordenanza.
Se realizaron un total de 13 visitas a las casas y tiendas de oficiales y maestros de sastre:
Inspecciones a oficiales de sastre.
De las 5 realizadas a oficiales, en 3 de ellas, y previa resistencia al registro, encontraron diferentes piezas de ropa escondidas, unas cosidas y otras solo cortadas, con un total de 13 prendas entre chupas, capotes, chalecos y calzones, que fueron requisadas.
En el registro a las casas de Salvador de la Cámara, junto al convento de San Francisco, encontraron que estaba haciendo unos
calzones de paño "veinticuatrero" plateados. Es muy interesante esta información tanto por el color, plateado, de moda en esta época, como por el tipo de paño con el que se confeccionaban los calzones para los Caballeros Veinticuatro o Regidores del Ayuntamiento de Granada, que sería paño de la mejor calidad, apto para caballeros de clase alta. Entre otras prendas estaba cosiendo también una chupa de
tripe dorado (una especie de tela de lana aterciopelada)
Hay otra visita de inspección, la que se realiza a las casas de Félix Pérez, en la placeta de Santa Inés, que destaca por la narración de los hechos y por la fuerte resistencia de la mujer a abrir la puerta de la casa, donde se tenía noticias que, sin examinar cortaba ropa. Ante la llamada de la Justicia a la puerta, se asomó una mujer a la ventana diciendo que no quería abrirla. Al cabo de un cuarto de hora, la Justicia llamó de nuevo y volvió a asomarse a la ventana diciendo que no abría. Entonces, se le advirtió que de no abrir se tomarían otras medidas, tras lo cual abrió la puerta y se registró la casa, hallándose debajo de la cama, tapada con una canasta, una sobrecasaca de "
manfor" azul
3, forrada en lienzo blanco, que estaba hecha un lío sin doblar; y entre los colchones se encontraron unos calzones de estameña negra con forro blanco, a medio coser. En la cocina, en un poyo que hay encima de la escalera, entre algunas sillas rotas y trastos viejos, se encontró unos calzones de muchacho de paño azul cortados, y sin coser una chupa de paño verdoso con forro de anascote blanco, de muchacho también, cortada y sin hacer. Se recogieron para el depósito.
Inspecciones a maestros de sastre.
Se realizaron 8, y solo en 2 se requisaron prendas: en las casas de Juan Chacón, en la Cuesta del Chapiz, donde encontraron unos calzones de
paño del Albayzín sin forrar; y en las casas de Félix de Segura, también en el Albayzín, donde, además de la resistencia al registro y las palabras "injuriosas" que les profirió su mujer, requisaron una chupa de paño del Albayzín cortada contra ordenanza, y una espalda de chupa cortada a contrapelo.
La conclusión de estas trece visitas es que las prendas que solían coser los sastres de Granada en este siglo eran prendas usuales para la época, para gente con recursos económicos, dado el tipo de prendas y calidad de los tejidos. Es curioso que del muestreo de prendas requisadas : chupas, calzones, chalecos, capotes, sobrecasacas y una bata, todas son ropas masculinas, salvo la bata, que no sabemos si era un vestido "a la francesa" femenino o una bata masculina. Otros datos reseñables que podemos sacar de este documento son el "
paño del Albayzín", que debió de ser una especie de "denominación de origen" del buen paño que se fabricaba en las numerosas fábricas que por los documentos históricos sabemos que existían en el mencionado barrio; y los "
calzones de paño veinticuatrero plateados" que, por la moda de la época, se ajustaban desde las caderas y acababan en la rodilla con unos botones, o unas ligas o hebilla, y, como hemos comentado anteriormente, debería de ser un paño extraordinariamente bueno, que se usaba para confeccionar los calzones de los regidores granadinos, y popularmente se le denominó así.
Pieza nº 1
Autos de visita hecha por los veedores y alcaldes del gremio de sastres de esta ciudad, para que los oficiales de dicho gremio sin estar examinados de maestros no corten ropas ni las hagan por si solos, ni tengan tableros, oficiales, moldes ni medidas, y que los maestros corten las ropas arregladas a la ordenanza. 1773. C.03705.0001
Documento 2
1781.
Cuenta del costo y hechuras de 16 vestidos de pobres, 8 para mujeres y 8 para hombres, mandados hacer y dar por orden del corregidor de Granada, Pedro Juan Elizalde.
Si en el documento anterior hemos comentado la moda en general y la tendencia en los trajes masculinos y femeninos en el siglo XVIII, referidos a personas de elevado rango social, este otro documento testimonia lo que era la ropa que llevaba la gente del tercer estamento, la gente humilde y pobre.
En cuanto a los tejidos, aquí ya no aparece el "paño del Albayzín", ni el "Veinticuatrero", ni el "anascote" (tela de seda fina), ni el "tripe" dorado (tejido de lana parecido al terciopelo) para las chupas y chalecos; aquí impera el "paño pardo", tela burda y sin teñir para ropa de gente muy humilde, la "lilaila", tela fina de lana (descartamos la seda en este caso), la bayeta y el sayal, tela muy basta de lana burda.
Aquí el
vestido para hombre se compone de: camisa, confeccionada con tela de lilaila, la chupa, calzones y capotón, confeccionadas con paño pardo que, como hemos visto anteriormente, era una tela muy basta y sin teñir. Y el
vestido de mujer lo formaba: la camisa, también de lilaila, el jubón, confeccionado con sayal, las enaguas, de bayeta verde y la mantilla de bayeta blanca. Nada que ver con la moda francesa. Recordemos la Pragmática de 1729 en la que se ordenaba que el tercer estamento solo podía usar vestidos de paño o lana sin mezcla de tela alguna.
Pieza nº 2
Cuenta del costo y hechuras de 16 vestidos, 8 para mujeres y 8 para hombres, mandados hacer y dar por orden del corregidor de Granada, Pedro Juan Elizalde. 1781. Sig.: C.03683.0028
Pieza nº 3
Mapa topográfico de la ciudad de Granada. - Escala 600 varas castellanas. DALMAU, Francisco; RIBERA, Francisco, grabador
1 plano : b/n, papel sobre cartón ; 63 x 104 cm. 1796. Nºreg.: 4/Sig.: 05.001.02
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1 Citado por Carmen Bernis: El traje y los tipos sociales en El Quijote", Madrid, ediciones El viso, 2001, pág. 137.
2 Laver, James. Breve historia del traje y la moda. Madrid, Cátedra, 2012.
3 No se ha podido identificar este tipo de tejido
Fuentes:
- Marcos Fernández, A. (2009). Vestimenta del siglo XVIII. En el Museo del Traje de Madrid. Recuperado de: https://www.slideshare.net/amarcos/vestimenta-del-siglo-xviii-presentation-917626
- James Laver ( 2012). Breve historia del traje y la moda: Ensayos Arte Cátedra
- Fernández, D. (2013). Vestuario escénico. Sobre los oficios de la costura. Los sastres en el siglo XVIII. [Mensaje en un blog]. Recuperado de:https://vestuarioescenico.wordpress.com/2013/01/27/sobre-los-oficios-de-la-costura-ix-los-sastres-en-el-siglo-xviii/