Malhechores, muladares y cascajares: el paso de suelo público a particulares
MALHECHORES, MULADARES Y CASCAJARES: EL PASO DE SUELO PÚBLICO A PARTICULARES
Desde siempre el ser humano ha sido ambicioso y en algunas ocasiones de su vida codicioso, y no digamos cuando tiene un bien tan preciado como es una casa. Llega un momento en que surge la necesidad "humana" de ampliar el inmueble debido, ante todo, a que se amplia la familia: hijos, nietos...; en estos casos otea el horizonte para contemplar el panorama que le rodea y ver por dónde puede llevar a cabo el objeto de su codicia.
Pieza nº 1
Fragmento del plano topográfico de la ciudad de Granada. Arquitecto: José Contreras. papel sobre tela ; 228 x 315 cm. 1853. Nºreg.: 9/Sig.: 00.000.03
También suele pasar, y es lo que ha pasado desde hace siglos en la Granada castellana, que junto a su propiedad hay un callejón pequeño, o un descampado o un solar lleno de cascajo que a las personas les da por echar basura, y a los bandidos y malhechores apontocarse en un rincón para acechar a sus víctimas, y mira por dónde es el sitio ideal y necesario para agrandar el hábitat, eso si, haciendo un favor a la causa pública: "como este callejón es pequeño, sucio y encima peligroso porque por aquí viene gente maliciosa, yo se lo compro al Ayuntamiento por cuatro monedas, lo cerco y lo incluyo en mi inventario patrimonial, y matamos dos pájaros de un tiro: hago mi casa o mi huerto-jardín más grande, y encima hago un favor saneando esta zona, ¡genial!".
En líneas generales es lo que ha pasado en la trama urbana de Granada. Aunque son muy numerosos los casos de privatización de suelo público en todos los barrios, para esta mini exposición, y para demostrar los hechos, hemos escogido algunos ejemplos del Albaicín.
Comenzamos con un caso del siglo XVII. En 1678 el Padre Guardián del
convento de San Antonio de Pádua, en el Albaicín, extramuros de la ciudad, consigue que el Ayuntamiento le conceda la rinconada que hace la muralla contigua al mismo para anexarla a la huerta del convento con una justificación de "peso", y es que en ese lienzo de muralla había un postigo, o "agujero", desde tiempo inmemorial por donde se comunicaban los vecinos del Albaicín con la ciudad, vereda o servidumbre por donde entraba el ganado para el Mataderillo que había también junto a la muralla. Este solar de paso era el sitio ideal para la concurrencia de facinerosos ("viciosos" y malhechores), convirtiéndose así en zona peligrosa por "
...los gravíssimos inconvenientes que se experimentaban contra las Magestades Divina y Humana...", donde probablemente también se depositaban los despojos y basuras del matadero. Así pues la justificación del convento para apropiárselo también fue divina: "si lo incorporamos a la huerta del convento y cerramos el postigo "...
cesarían las offensas a su Divina magestad, y mayor utilidad de las Reales Rentas a su Magestad por los fraudes que se experimentaban por dicho sitio".¡Negocio redondo!"
. Por más que los vecinos del barrio y el Cabildo del Salvador y el caballero veinticuatro Francisco Gandulfo intentaron apelar y justificar la necesidad de la vereda que los comunicaba con la parte baja de la ciudad no hubo manera, el convento se quedó con ese trozo de suelo público y se cerró el postigo.
Pieza nº 2
Pleito entre el Ayuntamiento y los vecinos del Albayzín, el Cabildo del Salvador y Francisco Gandulfo, veinticuatro de Granada, sobre la concesión hecha al convento de San Antonio de Pádua, en 1678, de la rinconada que hace la muralla contigua a la huerta de dicho convento, donde había un postigo y una vereda que comunicaba el barrio con la ciudad, junto al Mataderillo. Cuad. 19 h. fol. 1730. Sig.: C.03686.0134
Continuamos con otro caso, en el año 1800. En esta ocasión es un particular, Rodrigo Luis de Castro Y Velasco, caballero veinticuatro, dueño de "unas casas de habitación" con huerto (casas de alquiler) en la placeta de San Bartolomé, que solicita nada más y nada menos que se le "venda" a censo (es decir, por muy poco dinero) la
calle del Mataderillo. Justifica la apropiación aseverando que "...
es una callejuela sucia, inútil, y sin huso (sic)
, muy llena de cascajo que solo sirve...para cometerse en ella maldades, y ofensas a Dios", claro, y el modo de conseguir arreglar este problema social es "
yntroducirlo en el citado huerto de dichas mis casas y custodiarlo con las correspondientes cercas...". Rodrigo busca apoyo a su pretensión con dos certificados de dos curas de la parroquia; uno de ellos dice que el único uso que tiene esa callejuela servir de muladar y por su poco uso "
sirve de abrigo a hombres y mugeres para ofensas a la Divina Magestad, con escándalo de los vezinos desde cuyas ventanas se divisa". Bernabé Pajés y fabricantes textiles del barrio protestaron alegando que esa calle "
es de las mas necesarias para el trafico de los maestros de tejidos de lanas para llevar paños, estameñas, gallardetes, sargas y otras especies a tenderlos en las murallas...". El Síndico Personero del Común también hizo un informe favorable a los vecinos por lo que el asunto fue a mayores y pasó al Tribunal de Justicia. La sentencia debió de ser favorable a los vecinos puesto que la calle sigue abierta al tránsito público. ¡
Negocio fallido!.
Pieza nº 3
Rodrigo Luis de Castro y Velasco, veinticuatro de Granada y dueño de unas casas en la placeta de San Bartolomé, solicita que se le venda a censo la calle del Mataderillo que circunda su huerto, por ser inútil y llena de cascajo. Cuad. 10 h. fol. 1800. Sig.: C.03685.0093
En 1829, Antonio María González solicita a censo redimible 27 varas cuadradas de solar en la
placeta de las Minas para construcción de tres aceras de casas. Aquí tenemos un caso de especulación pura y dura. Comenta en su solicitud este señor que el solar es un cascajal, rodeado de casas hundidas y zarzales, y al ser un sitio baldío solicita se le conceda a censo. En el informe que practica el arquitecto Juan Osete, tras el reconocimiento del terreno, lo califica de "
un muladar lleno la mayor parte de escrementos humanos y cascajo", y dictamina "
que sea util al publico y al mejor decoro de la Ciudad el darlos a censo para quitar de la vista todo objeto asqueroso". En total, se le ceden, por un lamentable censo, 1.827 varas cuadradas, que en metros serían 1.276,8 m2. Otra buena operación especulativa.
Pieza nº 4
Venta a censo redimible a favor de Antonio María González de 27 varas cuadradas de solar en la placeta de las Minas para construcción de tres aceras de casas. Cuad. 5 h. fol. 1829. Sig.: C.03683.0047
El caso que viene es más sangrante, el de la
placeta de Toqueros, éste se gana la medalla. En 1886, Andrés Guerrero Díaz, propietario de la casa nº 95 en San Juan de los Reyes, necesitando ampliarla y no teniendo espacio por la fachada, otea la parte de atrás y ve que hay un solar donde anteriormente existía una placeta y que ahora está cercado y lo está disfrutando Antonio Travesí. Consulta el Plano General de Población, y al ver que este terreno es vía pública, solicita que se investigue si este señor lo adquirió legalmente y de no ser así se le adjudique la mitad. El Ayuntamiento se pone en funcionamiento y el arquitecto de la ciudad, Juan Montserrat y Vergés, practica un reconocimiento del mencionado solar cercado y sembrado de chumberas, y confirma que el solar indicado era una vía pública, la placeta de losToqueros, que tenía forma de dos rectángulos unidos por uno de sus dos ángulos como si fuesen dos plazoletas, y que ponía en comunicación la calle del Saúco y la calle del Jazmin. El arquitecto levanta un nuevo Plano Geométrico de la zona en su estado actual con las nuevas alineaciones, en rojo, que dan más anchura a la calles Jazmín, Sierra y Saúco, cierra la placeta de Toqueros y prolonga la calle transversal a San Juan de los Reyes para dar comunicación a las calles. El nuevo plano de alineación de Montserrat y Vergés, se aprueba por el Ayuntamiento el 23 de octubre de 1886.
Para proceder a la demarcación de parcelas y enajenar el terreno solicitado por Andrés Guerrero se requiere a Antonio María Travesí para que demuestre el derecho que le asiste a la posesión de la placeta de Toqueros. El señor Travesí presenta escritura de compra de la casa, donde se manifiesta que el anterior propietario, Ramón Belmonte, ya había adquirido este terreno público en 1858. Consultado el expediente en el Archivo Municipal, resulta que Belmonte solicitó en 1858 que se le concedieran dos pedazos de terreno "abandonados" porque "
se hallaban convertidos en vaciaderos y depósitos de animales muertos", comprometiéndose a plantarlos de chumberas y cercarlos, dejando callejones con el ancho necesario para el libre paso del público. El arquitecto de ciudad de entonces, Baltasar Romero, informó favorablemente con la condición de dejar expeditas las vías o calles de comunicación; el Excmo. Ayuntamiento aprobó la enajenación del terreno el 29 de diciembre de 1858 y le adjudicaron 1.120 varas cuadradas (936,32 m2) por 376 reales.
Pieza nº 5
Superposición del plano de alineación de la cuesta de San Agustín, calle del Jazmín, de la Sierra, y del Sáuco, de Juan Montserrat y Vergés, con plano actual, realizado por el arquitecto Carlos Sánchez. 1886 - 2019. Sig.: C.03689.0010
Consultados estos datos que obran en el expediente, Montserrat y Vergés mide el terreno y comprueba que el señor
Belmonte había ocupado más terreno del que se le había otorgado y vendido, apropiándose del espacio de las vías públicas que comunicaban la mencionada placeta de Toqueros, dejándola incomunicada. En su informe de 18 de marzo de 1887 opina que debe de practicarse el deslinde del terreno de forma legal. Tras el requerimiento a los dos propietarios en cuestión para que den su conformidad al deslinde, el señor Travesí al final no presentó ninguna alegación, y el 16 de diciembre de 1887, ante el notario del Ayuntamiento se procedió al deslinde de los terrenos, según el Plano de Alineaciones aprobado en 1886, quedando constancia de tal hecho en el Registro de la Propiedad y en el expediente de enajenación. A Andrés Guerrero se le venden 91,52 m2 de la antigua Plaza de los Toqueros y se le expropian 28 m2 de fachada para ensanche de San Juan de los Reyes; y a Ramón Belmonte se le mantiene en la propiedad del resto de la placeta y sólo se le quitan los metros necesarios para ensanchar las vías públicas contempladas en el mencionado plano de alineaciones.
En la actualidad, la antigua
calle Saúco se llama
placeta de Toqueros, la verdadera y antigua, en forma de dos rectángulos unidos, quedó engullida entre ambas propiedades privadas. Total, otro cachito menos de suelo público por cuatro reales.
Pieza nº 6
Andrés Guerrero Díaz, dueño de una propiedad en calle San Juan de los Reyes nº 95 solicita que se le adjudique terreno a espaldas de dicha casa, que antiguamente era de la placeta de Toqueros y lo tiene Antonio Travesí. Alineación de la placeta de Toqueros, para comunicar las calles del Sauco y del Jazmín. Cuad. 27 h. útiles + 2 planos. 1886 - 1890. Sig.: C.03689.0010
Para terminar, mostramos el último ejemplo de privatización de espacio público en contra de los vecinos. El 15 de enero de 1889, varios vecinos de los barrios de San Nicolás y las Tomasas en el Albaicín piden al Ayuntamiento que se vuelva a abrir el callejón de la Cascada, que se había cerrado al tránsito público desde hacía 12 años. Este callejón salía desde el aljibe de las Tomasas y desembocaba en la placeta de las Escuelas, junto a la iglesia de San Juan de los Reyes. Los vecinos exponen la necesidad de esta vía pública, ya que ponía en comunicación directa los referidos barrios con la calle San Juan de los Reyes "
haciendo sumamente corta y comoda la bajada a la Ciudad", y debido al cierre de la misma el acceso a ella es más difícil por los rodeos que tienen que hacer. Piden que si ha sido una "
concesión particular" que se anule y se reintegre el dinero al poseedor de ella. El arquitecto municipal, Modesto Cendoya, verifica los hechos y, efectivamente, el callejón es "
la línea más recta y de maxima pendiente para bajar a la calle de San Juan de los Reyes" (por eso se llamaría de la Cascada), recomendando la conveniencia de abrir de nuevo al servicio público dicha vía.
Se requiere al dueño, Juan González Rodríguez, quien contesta justificando su compra en 1865. Según su relato, fueron los vecinos, "muchos, muchísimos", personas "
tal vez con más talento y representación social que las que hoy pretenden un absurdo" quienes pidieron (seguro que de rodillas y llorando) que se cerrara y se inutilizara tal costarrón, puesto que no servía más que para "
arrojar cascajo, toda clase de inmundicias y animales muertos que infestaban la atmosfera", y lo que era aún peor no se podía transitar "
después de la oracion sin esponerse a sufrir los robos, que con el mayor descaro, se cometian" (aquí están de nuevo los malhechores haciendo de las suyas y ayudando a cerrar sitios). Como consecuencia de estas contundentes aseveraciones de este señor, el Arquitecto Municipal, el Ayuntamiento y el Gobernador Civil ordenan que se proceda a la subasta de ese inmundo y peligroso callejón. Así lo compró, cerrándolo al final en 1871, con el aplauso de los vecinos, según su versión. Y aquí acaba el expediente y la resolución: el callejón se quedó con el nuevo dueño.
Pieza nº 7
Varios vecinos del Albaicín solicitan se abra al tránsito público el callejón de la Cascada. Cuad. 4 h. fol. + 3 h. suelt. 1889. Sig.: C.03688.0028
Así se van transformando las ciudades y sus barrios, así va cambiando su paisaje y se van conformando los nuevos espacios, eso sí, reduciéndose más las vías y suelos públicos y ganando terreno los particulares, aunque ahora los motivos no son los malhechores de navaja en mano, ni cascajares ni muladares, son, digamos, otros maliciosos factores.
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- Las asociaciones de malhechores. El robo de los borrachos. Anales dramáticos del crimen ó Causas célebres españolas y estranjeras [sic] / estractadas [sic] de los originales y traducidas, bajo la dirección de José de Vicente y Caravantes. - Madrid : Imprenta de Fernando Gaspar [etc.], 1858-1866. - Ed. il. con grabados... 1858-1866
https://www.flickr.com/photos/fdctsevilla/7105769859/
https://www.flickr.com/photos/fdctsevilla/6959699690/in/album-72157623334657321/
- Vestigio del Convento de San Antonio de Páuda. 2019, junio, 5. Granada. AMGR
- Callejón del Mataderillo. 2019, junio, 5. Granada. AMGR
- Vista desde arriba de la Placeta de Toqueros. 2019, mayo, 27. Granada. AMGR
- Calle Guinea, a donde, según testimonio documental, desembocaba el callejón de la Cascada. 2019, mayo, 27. Granada. AMGR
- Portón por donde, según planos del siglo XIX, había una calle que desembocaba en la cuesta de San Agustín. 2019, mayo, 27. Granada. AMGR
- Verja que cierra el último tramo de la cuesta de San Agustín, desde la calle Jazmín, anulado por el Plano de alineaciones de Montserrat y Vergés de 1887.2019, mayo, 27. Granada.
AMGR